Ferrari va en serio: destroza el crono en Montmeló
En una vorágine de menos de una hora, Il Cavallino se calzó las herraduras, Raikkonen afiló las espuelas y le condujo hacia tierra desconocida. Un explorador que estrujó los órganos del SF70H para ganarse hasta algún aplauso: 1’18″634. El zapato utilizado para pisar mundo extraterrestre, el superblando.
La noticia no es sólo la marca, sino el ritmo. El bólido rojo rodó varias veces en el 1’19» bajo, dando muestras evidentes de un coche bien parido en Maranello. El armazón de carbono conjuga una melodía de Vivaldi con la unidad de potencia. Suenan bien, ruedan mucho y, parece, funcionan mejor. Un gin tonic perfectamente mezclado: ginebra premium con tónica aún mejor.
Mercedes ya ha adoptado el discurso más guardiolista por si acaso: falsa humildad con un preludio pesimista de la temporada. Siguen dando vueltas y vueltas sin tiempos esclarecedores. Red Bull sí que se asomó al territorio italiano: 1’19″438, segunda mejor marca del día para Verstappen, con respecto al resto, pero no con el Ferrari.
Raikkonen superó a todos por cuatro tiempos: el ya mencionado, un 1’18″911 con el ultrablando; 1’19″0, justo antes de reventar el reloj, y un 1’19″2 con el blando. La jactancia se produjo en menos de una hora. Otros que renacen son los monoplazas de motor Renault: al terreno del 1’19» también se unen Sainz y Hulkenberg. Tiempos de utopía para la pesadilla eléctrica de McLaren-Honda. Ya saben, dos banderas rojas en menos de 40 minutos. Alonso, ¿cómo aguantas?